En este encuentro, que contó con la colaboración de Novo Nordisk, el presidente de la Sociedad Española de Endocrinología (SEEN), Javier Salvador, se refirió a la necesidad de ahondar «en la formación de los profesionales en el diagnóstico y tratamiento de todos aquellos pacientes con enfermedades endocrinológicas y/o nutricionales». De hecho, subrayó que en España «cinco de cada 10 personas con diabetes tipo 2 presentan ya obesidad». Francisco Pajuelo, director Médico de Novo Nordisk, señaló la importancia de establecer sinergias entre los profesionales implicados en el tratamiento de la diabetes y la obesidad, «al objeto de lograr una mejor calidad de vida de las personas con diabetes».
En España, se estima que más de la mitad de la población adulta tiene problemas de sobrepeso y que entre el 30% y el 35% padece de obesidad abdominal, aunque estas cifras epidémicas afectan desde muy temprano a los más jóvenes. El presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), Xavier Formiguera, agregó que en España el 15% de los adolescentes es obeso, uno de cada cuatro niños hasta los 18 años tiene sobrepeso y un 10% presenta obesidad, lo que significa «que empezamos a ver en ellos enfermedades propias de los adultos».
Los médicos reunidos coincidieron en el hecho de que la obesidad es un problema de salud pública «de primer orden», que se asocia a una gran comorbilidad y que tienen un coste sociosanitario importante. «Favorece la aparición de muchas enfermedades, como la diabetes, hipertensión arterial, dislipemia, hiperuricemia, la apnea del sueño y las enfermedades cardiovasculares», advirtió Formiguera, quien igualmente alertó de que ya se sabe que la obesidad «favorece también la aparición de algunos tipos de tumores, como es el caso del cáncer de endometrio en mujeres postmenopáusicas o el de colon en el hombre».
La obesidad requiere de un abordaje multidisciplinar, «ya que si somos capaces de adelgazar a un individuo hacerle mejorar sus condiciones de enfermedades asociadas, el tratamiento de la obesidad mejorará la dislipemia, la diabetes mellitus y la hipertensión arterial, por ejemplo», apuntó Formiguera. El presidente de SEEDO enfatizó que estos factores «repercutirán sin duda en un ahorro de costes para el sistema sanitario, porque si continuamos con estas cifras epidémicas no habrá ningún país que pueda asumirlo económicamente».
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