En la Reunión Anual 2017 de la Sociedad Estadounidense de Genética Humana (ASHG) en Orlando (Florida), investigadores de la Universidad de Exeter en Reino Unido, han presentado los resultados de un estudio muy interesante que quiero contaros.
Analizaron un grupo de 85.000 personas de 40 a 70 años, de las cuales tenían datos de análisis genético -sobre genes relacionados con la obesidad-, en base a un estudio pionero en el mundo llamado BIOBANK UK.
A 19.229 pacientes les colocaron una pulsera de actividad –semejante a la que en IntraObes les damos desde hace unos meses a todos los pacientes para controlar su actividad-.
El nombre técnico de esta pulsera es “acelerómetro”, ya que la intención no era medir frecuencias cardíacas –en ese caso sería más “pulsómetro”- sino diferentes medidas de actividad física y el sueño: actividad física total, duración del sueño y calidad del sueño.
Utilizaron el Índice de Masa Corporal (IMC) como resultado, y analizaron las asociación del IMC con una puntuación de riesgo genético de obesidad, las medidas de actividad y sueño derivadas del acelerómetro, y las derivadas de encuestas a los pacientes sobre actividad y sueño, en 109.142 pacientes.
El objetivo del estudio era conocer -por ejemplo- si tener una genética de obesidad junto a ser inactivo, generaba un riesgo de obesidad mayor a la suma de ambos factores por separado. Es decir si genética, inactividad y mala calidad del sueño se potencian entre sí.
Los resultados revelaron una evidencia no conocida: la interacción gen-inactividad-mala calidad del sueño.
El efecto de la genética fue hasta un 50% más intenso en los sedentarios y en los individuos que dormían menos “eficientemente”.
Los investigadores están examinando si esta interacción entre la genética y la actividad física difiere entre hombres y mujeres. También están estudiando los efectos de los patrones de actividad, por ejemplo, si un nivel constante de actividad moderada tiene efectos diferentes que una actividad sedentaria con períodos puntuales (voy al gimnasio) de actividad vigorosa.
Así pues, hay que trasladar a los pacientes la importancia de la actividad y el sueño, y desmitificar en gran parte el pensamiento “es que mi familia esta llena de obesos” frente a lo cual “no puedo hacer nada”.
Hay que explicar bien a los pacientes que la obesidad es compleja y su prevención puede ser diferente para cada persona.
E incluso –y ya empezamos a hacerlo- que las cirugías de obesidad deben ser personalizadas para cada caso.
Espero que os haya parecido interesante.
Dr Miguel Ángel Escartí
Cirujano Bariátrico y Metabólico IntraObes