Hoy os voy a comentar un trabajo escrito por enfermeras.
A diferencia de otros trabajos, donde se analizan un gran número de casos, éste está basado en una reunión de enfermeras especializadas en el cuidado de pacientes con obesidad grave, operados y no operados.
Aportaron puntos de vista innovadores y motivadores para todos: médicos, enfermeras, pacientes y familiares.
El trabajo analiza los factores psicosociales y ambientales que contribuyen a la obesidad y las necesidades fisiológicas relacionadas con su cuidado. También examina la evidencia de que el grado de obesidad supone un estigma para el paciente, ya que deteriora de manera significativa la calidad de la atención de salud para esta población de pacientes. Es decir, que los médicos y enfermeras tratamos peor a los obesos, y lo peor es que no nos damos cuenta.
El problema radica en los profesionales de la salud. Cuando vemos a un paciente obeso, vemos a alguien “indisciplinado” que “si se esforzara un poco”…. ¡Gran error!.
Como es habitual, la solución comienza reconociendo el problema.
La Asociación Americana de Cuidados Críticos y Avanzados les ha pedido a los profesionales sanitarios que miren “más allá” del índice de masa corporal. En 2013 –tardísimo en realidad- la Asociación Médica Americana reconoció que LA OBESIDAD ES UNA ENFERMEDAD CRÓNICA, del mismo modo que una neumonía o un tumor, y que por tanto ¡EL OBESO NI ES INDISCIPLINADO NI ES CULPABLE DE NADA!.
La obesidad es una epidemia que afecta en España al 20% de la población. El número cada vez mayor de personas con obesidad, implica que los hospitales están cuidando a más pacientes bariátricos que están gravemente enfermos, que se recuperan de una cirugía o que tienen necesidades médicas complejas.
Los profesionales sanitarios –en España y en todo el mundo- debemos cambiar nuestro enfoque en el cuidado de pacientes con obesidad. La frase “hasta que no pierda 20 kg no vuelva”, debe desaparecer de la Medicina. El obeso tiene “una relación inadecuada con la comida”, como un ludópata con el juego, y plantear que es una “cuestión de esforzarse” es no entender el problema en absoluto.
Cito textualmente del artículo: «Los médicos y los administradores de los hospitales deben comprender las complejas necesidades de los pacientes bariátricos y las implicaciones para los protocolos, el equipo y el personal» …, «Si se ignoran, nuestros prejuicios y conceptos erróneos pueden impedir el diagnóstico y la atención de los pacientes con obesidad, lo que lleva a resultados deficientes en los pacientes».
La obesidad produce un perjuicio en la calidad de los proveedores de atención médica (médicos, compañías de seguros, etc), que afecta negativamente a los pacientes con obesidad, lo que dificulta que esos pacientes reciban la atención adecuada. Para proporcionar una atención óptima a los pacientes con obesidad, debemos comprender las necesidades fisiológicas y los requisitos de esta población a la vez que reconocer y abordar nuestros prejuicios.
Por poner algunos ejemplos, los hospitales deben contar con el equipo adecuado para pacientes bariátricos, incluidos los manguitos de presión arterial más grandes, las básculas de hasta 350 kg y ropa de hospital más grande. Camas bariátricas con asistencia eléctrica, inodoros más anchos y sillas de ruedas de tamaño adecuado, o –por ejemplo- andadores y camillas que permitan a los pacientes con obesidad sentirse más cómodos mientras están hospitalizados. Por poner un ejemplo poco conocido, los desfibriladores con voltaje de hasta 360 vatios, también deberían estar disponibles para situaciones de emergencia, ya que los pacientes bariátricos tienen paredes torácicas más gruesas.
En resumen, hemos de hacer un cambio de chip y etiquetar la obesidad como una enfermedad curable y compleja, que requiere sistemas y procesos de atención médica específicos. Solo así nuestros pacientes estararán bien tratados.
Espero que os haya parecido interesante.
Dr Miguel Ángel Escartí
Cirujano Bariátrico y Metabólico
Fuente: El documento, “Weight Bias and Psychosocial Implications for Acute Care of Patients With Obesity,» fue presentado en un simposium publicado en Otoño 201.7 en la revista Peer Reviewed Journal (Autoras: Smigelski-Theiss R, Gampong M, Kurasaki J)