Aplicaciones móviles en Cirugía de Obesidad: ¿seguimiento postoperatorio 2.0?
La cirugía de obesidad -en esencia bypass y manga o tubo gástricos- son los procedimientos de salud –no estéticos- que más cambian la vida del paciente: las personas literalmente recuperan sus vidas física, psicológica y socialmente.
Sin embargo, la cirugía bariátrica es única en un aspecto esencial: sólo funcionará si el paciente realiza una importante modificación de su estilo de vida y de por vida, cambios tan importantes como si se tratara de una enfermedad crónica, aunque la persona se sienta más sana que nunca (y quizá haya experimentado remisión de su diabetes, su hipertensión o su apnea del sueño).
Además los centros de cirugía bariátrica limitan sus seguimientos a una cantidad de años determinados –si bien es cierto que a veces el paciente “desaparece” y no hay forma de localizarlo-. El paciente es entonces remitido a un médico de familia con tiempo a menudo muy limitado, poco interés en casos “ya resueltos” y un discreto conocimiento de la vida de un paciente después de la cirugía de la obesidad.
Así pues el paciente requiere cambios mantenidos y seguimiento de por vida, pero todo está en contra.
Los riesgos de la falta de seguimiento a largo plazo incluyen la pérdida de cumplimiento del programa (y, por tanto, la recuperación de peso), pero también las deficiencias vitamínicas: un estudio sueco de 293 pacientes 11 años después de la cirugía de bypass gástrico (Karefylakis et al. Surgery 2014) demostró que sólo 1 de cada 20 (5,1%) de los pacientes estaban tomando suplementos vitamínicos según lo prescrito, lo que condujo a un 69% de hiperparatiroidismo secundario. Esto último básicamente significa que su cuerpo extrae el calcio de los huesos del esqueleto para mantener los niveles de calcio en sangre a niveles adecuado; el riesgo obvio a largo plazo es la osteoporosis.
¿Cómo podemos cambiar esto? El desafío es aportarle al paciente un soporte cotidiano, que incluya recursos médicos y de salud útiles lo más cercanos posibles y de por vida.
Si el paciente no acude (o no puede acudir) a nosotros, los cirujanos bariátricos y nuestros equipos debemos acercarnos a los pacientes.
Lo que era antes de casi una misión imposible ahora puede estar al alcance de la tecnología moderna: todos llevamos teléfonos inteligentes con nosotros, donde quiera que vayamos. Muchos de nosotros ya dejamos que el teléfono siga la pista de nuestro calendario, correos electrónicos, información de tráfico, tiempo y redes sociales. Con una serie de nuevas aplicaciones (por ejemplo, en inglés la nueva BariBuddy) un paciente bariátrico puede obtener su soporte cotidiano con respecto a las comidas, la velocidad de comer, los líquidos, las vitaminas y el ejercicio como notificaciones push en su iPhone o Android. A esto se agrega gran cantidad de recetas que se actualuzan con frecuencia y una base de datos de preguntas frecuentes, información de contacto de su centro clínico de referencia, curva de peso, informes clínicos y más.
Las aplicaciones móviles nunca olvidan al paciente, ni pierden interés. Las posibilidades futuras incluirán la interactividad clínica directa, así como reportes a registros de calidad, investigación y más.
En mi opinión, las aplicaciones de salud van a ser una herramienta muy valiosa para mejorar el cumplimiento y el seguimiento de pacientes bariátricos, en cualquier lugar y potencialmente por cualquier período de tiempo. Trabajamos en ello.