Las bebidas energéticas se vinculan con la hiperactividad y la inatención en los estudiantes de la escuela intermedia, según revela un estudio reciente.
Los investigadores de la Universidad de Yale observaron a más de 1,600 estudiantes de escuelas intermedias de un distrito escolar de Connecticut. La edad promedio era de aproximadamente 12 años.
Los chicos eran más propensos a consumir bebidas energéticas que las chicas.
Los niños que consumían bebidas energéticas tenían un 66 por ciento más de riesgo de presentar síntomas de hiperactividad e inatención, según el estudio, que aparece en la edición actual de la revista Academic Pediatrics.
Las bebidas energéticas tienen niveles altos de azúcar y también a menudo contienen cafeína, indicaron los investigadores. Para realizar el estudio, los investigadores tomaron en consideración la cantidad y el tipo de otras bebidas azucaradas que consumían los estudiantes.
«A medida que aumentaba la cantidad total de bebidas azucaradas, también aumentaba el riesgo de presentar síntomas de hiperactividad e inatención entre los estudiantes de escuela intermedia. Algo importante es que parece que las bebidas energéticas están motivando esta asociación», dijo en un comunicado de prensa de la Universidad de Yale la líder del estudio, Jeannette Ickovics, profesora en la Facultad de Salud Pública.
«Nuestros resultados respaldan las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) de que los padres deberían limitar el consumo de bebidas azucaradas y los niños no deberían consumir bebidas energéticas», añadió.
Los estudiantes de este estudio bebían un promedio de dos bebidas azucaradas al día. La cantidad de bebidas azucaradas que se tomaban al día variaba de ninguna a hasta siete o más. Algunas bebidas azucaradas y algunas bebidas energéticas contienen hasta 40 gramos de azúcar cada una. En función de la edad que tengan, los niños deberían tomar solamente entre 21 y 33 gramos de azúcar al día, según los investigadores.
Además de causar problemas como la hiperactividad y la inatención, las bebidas azucaradas aumentan el riesgo de obesidad de los niños, indicó Ickovics. Aproximadamente dos tercios de los adultos estadounidenses tienen sobrepeso o son obesos, según las últimas estimaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
FUENTE:
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_150892.html