Para poder comprender bien a las personas obesas, debemos saber que en muchos casos sufren una enfermedad de la que no son responsables. Esto es que por genética su metabolismo gasta pocas calorías, con lo cual deben controlar su alimentación para no incrementar su peso.

Hoy en día, es difícil no tomar excesivas calorías ya que la mayoría de los alimentos apetecibles contienen un mayor volumen en grasas o azúcares y por tanto son más agradables al paladar. Hay que reconocer a las empresas que fabrican estos productos el buen marketing que hacen incitando a los televidentes al consumo indiscriminado de sus productos. Una forma de perder peso, puede ser la de ver menos la televisión y hacer más ejercicio físico.

Para que una persona obesa pierda peso y no lo recupere, se han de dar ciertas circunstancias como por ejemplo, tener ciertos conocimientos sobre alimentación y nutrición para no ser engañada por dietas inadecuadas e intentar que sea una dieta equilibrada y variada.

Por otro lado, hace falta estar convencido de que la dieta que va a seguir va a ser capaz de mantenerla en el tiempo. Para ello, hay que fijarse unos objetivos realistas y alcanzables, con la convicción de que si no se consigue es porque hay que hacer unos ajustes bien personales o bien de la propia dieta.

Por último tener la motivación suficiente para realizar un esfuerzo y mantener la dieta establecida. Es importante ver en qué medida nos va a compensar ese trabajo. Por ejemplo nos va a hacer sentir mejor con nuestra imagen y vamos a ganar en calidad de vida.

Es importante que cuando empieces una dieta lo hagas de la mano de profesionales que te puedan asesorar a nivel de medicina, nutrición y psicología. Si no, puedes caer en una espiral de dietas que no te llevan a un buen resultado al menos a largo plazo, pudiendo incluso ganar más peso que el que tenias antes de empezarla.

Isabel Rubió Gavidia
Psicóloga clínica
IntraObes