La deficiencia de hierro es una de las más frecuentes tras la cirugía bariátrica (cirugía de la obesidad). El hierro contenido en la mayor parte de los polivitamínicos es menor que la dosis requerida por los pacientes para prevenir la deficiencia de este mineral, por lo que en algunos casos es necesario suplementarlo. Estos se pueden tomar en forma de cápsulas, tabletas y líquidos. Es importante tener presente que el hierro se absorbe mejor con el estómago vacío. Sin embargo, en algunas personas puede causar efectos secundarios como nauseas, vómitos, diarrea o estreñimiento. Si ocurren, se puede intentar cambiar por otro preparado comercial o tomarlo con una pequeña cantidad de alimento, aunque de esta manera disminuye su absorción. La administración conjunta con vitamina C facilita su absorción, podría tomar el hierro con un poco de zumo de naranja o de mandarina. NO debe tomarlo con leche o derivados lácteos (yogur, quesos, cuajada, leche fermentada…), con complementos de calcio ni con antiácidos (bicarbonato sódico, hidróxido de magnesio, hidróxido de aluminio, Omeprazol, Lansoparazol…). Debe esperar al menos 2 horas para tomarlos después de haber ingerido el hierro para evitar que estos inhiban su absorción. También debe evitar tomarlo en compañía de los alimentos ricos en fibra, como cereales integrales (pan integral, galletas integrales…), verduras crudas, salvado de avena, salvado de trigo y alimentos o bebidas con cafeína. Recuerde llevar una dieta variada y equilibrada que incluya alimentos ricos en hierro como los mejillones, berberechos, almejas, pescados, carnes magras, etc. Además, acompañarlos con frutas y verduras ricas en vitamina C que pueden mejorar la absorción de este mineral (naranja, mandarina, limón, kiwi, tomate, pimientos, brócoli…). Dietista Nutricionista Johana Marcela Márquez Á