Hablamos hoy un poco sobre qué comen nuestros hijos en la etapa escolar y la repercusión que tiene este tipo de alimentación en la edad adulta, en relación a la noticia extraída del periódico El Mundo digital el pasado fin de semana titulada “Menús escolares ¿Qué comen nuestros hijos en el «cole»?. Un estudio que visitó 209 colegios en 19 provincias españolas denunció en 2011 que un 30% de los menús escolares no ofrece verduras cada día y otro 20% abusa de fritos y precocinados. Para empezar es importante saber que la etapa escolar constituye un periodo estable de crecimiento y desarrollo físico e intelectual, donde una alimentación saludable es la base de una correcta educación nutricional, pues es donde empiezan a asentarse los hábitos alimentarios que se harán resistentes a cambios en la edad adulta. Es la escuela y el comedor escolar el marco idóneo donde poner en práctica los conocimientos teóricos aprendidos y desechar conductas erróneas sobre alimentación. Para educar escolares en la adquisición de buenos hábitos alimentarios se debe trabajar desde varios ámbitos tanto en la escuela como en la familia. Los principales ERRORES que se encuentran en los menús son por ejemplo:

  • Repetición de las misma presentaciones culinarias, la presentación debe resultar atractiva a la vista, gusto, olfato y tacto.
  • Escasez de frutas, verduras y legumbres y pescado azul.
  • Exceso de postres dulces, grasas saturadas y proteínas (en detrimento de carbohidratos: arroz, pastas, patatas, maíz, pan…).
  • Desequilibrio energéticos en las comidas de un día para otro.

Así, viendo el panorama real, la Fundación Española de Nutrición emprendió unos estudios que han servido para establecer las bases de la normativa de algunas comunidades autónomas: las pautas que DEBE CUMPLIR un menú escolar.

  • La comida del medio día debe cubrir el 30%-35% de las necesidades energéticas del niño.
  • Los menús deben incluir diariamente verduras y hortalizas (como primer plato o como guarnición del segundo); así como arroz, pasta, patatas o legumbres.
  • El segundo plato debe estar compuesto por carne, pescado o huevos, alternando pescado blanco y azul o distintos tipos de carne.
  • El menú debe incluir fruta TODOS los días (se puede incluir algún lácteo como complemento).
  • La comida debe ir acompañada de pan y agua.
  • Se recomienda cautela con la sal, el azúcar y los alimentos ricos en grasas.
  • Algunos días del mes se debe incluir alimentos integrales (como pasta o arroz).
  • A la hora de servir las raciones se aconseja incluir variedad de alimentos (por ej: la guarnición de verduras; o si se trata de paella, que no sea sólo arroz) y en las preparaciones que no sean únicamente fritos.

Conclusión: si aprenden a comer bien, a tener unos hábitos saludables y a llevar un estilo de vida atractivo, los niños y niñas cuando se hagan mayores estarán más sanos y serán más difícil que desarrollen enfermedades crónicas como: obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes no insulino dependiente etc. Y lo más importante, será más probable que de ADULTOS MANTENGAN estos hábitos de vida tan adecuados, continúen realizando actividad física y deporte de manera habitual y realicen una alimentación saludable. Para leer más sobre este tema en el artículo publicado, os dejo el enlace.

http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/05/11/nutricion/1336740041.html

Raquel Giner Nutricionista de IntraObes