Investigadores de la Cleveland Clinic de Ohio y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York han descubierto que la obesidad produce un 47% más de años de vida perdidos que el tabaco, y el tabaco causa la misma pérdida de años de vida que la hipertensión.
El trabajo preliminar ha sido presentado en la Reunión Anual 2017 de la Sociedad Americana de Medicina Interna, que analizó la contribución de los factores de riesgo de conducta modificables a las causas de muerte en la población de los Estados Unidos, utilizando datos de 2014.
Sobre la base de este trabajo preliminar, el equipo encontró que el mayor número de años de vida prevenibles perdidos se debían a (en orden de mayor a menor) a la obesidad, la diabetes, el consumo de tabaco, la presión arterial alta y el colesterol alto. Sin embargo, los investigadores también señalaron que algunos grupos, por sus conductas de riesgo específicas, pueden tener causas de muerte muy diferentes de las de la población general.
Para un paciente obeso y alcohólico, por ejemplo, el consumo de alcohol puede ser más importante para tratar que la obesidad, a pesar de que la obesidad tiene un mayor impacto en la población.
Estos resultados ponen de relieve los logros clínicos de las políticas de salud pública para combatir el tabaquismo, porque hace 15 años el tabaco habría encabezado la lista.
Los cirujanos bariátricos y metabólicos podemos resolver la obesidad y la diabetes, mejorando así la hipertensión y la hiperlipidemia.
Por ello, ayudar a los pacientes a entender las opciones de tratamiento puede tener un gran impacto en la vida de años. Los resultados también ponen de relieve la importancia de la atención preventiva en la práctica clínica y por qué debería ser una prioridad para los médicos.