Según María Pilar Vaquero «para solucionar este problema, que en el último siglo se ha convertido en una epidemia mundial, aconseja poner en marcha dietas personalizadas y modificar el actual estilo de vida de la población que es poco saludable».

En el origen de la obesidad no tiene «culpa» la genética y, por el contrario, influyen en gran medida los factores ambientales, el estilo de vida, la forma de comer o la falta de ejercicio, según explicó, durante la presentación del libro ‘Genética, Nutrición y Enfermedad’, su coordinadora y jefe del Departamento de Metabolismo y Nutrición del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), María Pilar Vaquero.
A su juicio, «el tema de la obesidad se nos ha ido de las manos y no puede ser por los genes, ya que no han cambiado tanto». Sin embargo, admitió que pueden ser un condicionante ya que «por ejemplo, cuando personas que van de un país con poco acceso a los alimentos a uno con mucho, en cuanto se tiene acceso ilimitado a los alimentos esa persona se hace obeso con mucha rapidez». Por tanto, «el individuo se adapta a la dieta y esta modula los genes».
Para solucionar este problema, que «en el último siglo se ha convertido en una epidemia mundial», aconseja poner en marcha dietas personalizadas y modificar el actual estilo de vida de la población que es poco saludable. «La dieta personalizada está ahí y la tarea del dietista cada vez va a estar mucho mejor considerada, ya que consejo dietético siempre parte de unos resultados científicos», advirtió.
No obstante, dicha dieta debe ser desarrollada por investigadores y expertos, puesto que «cada persona tiene unos condicionantes genéticos» que pueden influir en el metabolismo lo que, a la larga, puede traer consecuencias en la salud. «No se trata de que un gen predisponga para la enfermedad, siempre hay otros factores», por este motivo recomendó conocer cuáles de ellos pueden afectar a cada individuo.
«Estas interacciones que se producen en muchas patologías entre la base genética y la bioquímica del metabolismo, tienen unas evidentes implicaciones para la salud de los ciudadanos», advirtió el presidente del CSIC, Rafal Rodrigo. Es el caso del aumento de enfermedades modernas como la obesidad, la diabetes o el cáncer que son trastornos multifactoriales, en los que siempre hay que observar los factores genéticos y, fundamentalmente, los factores ambientales y alimentarios.
La edición de la obra ‘Genética, Nutrición y Enfermedad’ recoge estos temas y otros que fueron presentados en el Workshop con el mismo nombre, celebrado el pasado mes de octubre por el CISC, La Universidad Complutense de Madrid y la Dirección General de Salud Pública y Alimentación de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, y que cuenta con la financiación del Instituto Tomás Pascual Sanz.
Así, el libro que recoge la experiencia de un conjunto de investigadores de varias universidades, públicas y privadas, españolas y extranjeras, de hospitales y de organismos científico, destaca la relación que existe entre la genética, los hábitos alimentarios y el estado de salud.

Fuente: Azprensa.com. (SEEDO: Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad)