- Llevar una dieta saludable, variada y equilibrada, baja en calorías y en grasas.
- Comer despacio masticando bien los alimentos, evitando distracciones durante las comidas.
- Controlar el tamaño de las raciones y tomar comidas de poco volumen, repartidas en 5-6 tomas al día.
- Incluir y priorizar el consumo de alimentos ricos en proteínas (huevo, claras de huevo, lácteos desnatados, pollo, pavo, conejo, pescados, mariscos…) en cada una de las tomas del día.
- Asegurar la hidratación mediante líquidos sin calorías y sin gas, como el agua e infusiones naturales.
- Evitar comer y beber al mismo tiempo, es importante mantener un espacio de 30 minutos para hidratarse antes y después de las comidas.
- Evitar los alimentos dulces, grasos, bebidas carbonatadas con o sin azúcar.
- Cocinar los alimentos de un modo sencillo: vapor, horno, papillote, escaldados, escalfados, hervidos y plancha con poco aceite.
- Controlar el consumo diario de aceite (preferir el aceite de oliva extra virgen, la cantidad será indicada por su nutricionista).
- Aprender a identificar la sensación de saciedad y dejar de comer en el momento en que se siente satisfecho, para evitar comer de más.
- Asegurar la suplementación diaria de vitaminas y minerales pautada por su médico para evitar deficiencias nutricionales.
- Mantener un estilo de vida sano que incluya actividad física diaria.
- Acudir a las visitas sugeridas por su equipo de cirugía bariátrica (médico, psicólogo, nutricionista, etc.).
¡Saludos para tod@s! Dietista Nutricionista Johana Marcela Márquez Á