La Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad y de las enfermedades metabólicas (SECO) y la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), con el apoyo de la Sección de Obesidad de la Asociación Española de Cirujanos, ante la importancia creciente que la obesidad grave tiene en nuestra sociedad, la información disponible y las dificultades de acceso de las personas a circuitos estructurados de tratamiento, han decidido elaborar este decálogo, dirigido a la administración y a la sociedad en su conjunto, para reflejar la situación actual, las necesidades existentes y el marco de referencia para un manejo adecuado.
- La obesidad grave es una enfermedad crónica, de tendencia epidémica y creciente, que predispone a otras enfermedades como la diabetes, la hipertensión arterial, las apneas del sueño o la hipercolesterolemia, reduciendo la calidad de vida y aumentando el riesgo cardiovascular, el de sufrir algunos tipos de cáncer y la posibilidad de muerte prematura.
- La obesidad es tanto más grave cuanto mayor sea el índice de masa corporal (IMC) y según las enfermedades asociadas a ella.
- Con cierta regularidad surgen nuevos tratamientos para la obesidad, particularmente fármacos o técnicas endoscópicas, que deben ser valorados de forma crítica y positiva. La experiencia, los resultados publicados y la opinión fundamentada de las sociedades científicas deberán ayudar a determinar sus posibles indicaciones y en qué circunstancias deben utilizarse.
- Frente a otros tratamientos que frecuentemente fracasan, la cirugía de la obesidad representa, en el momento actual, la única posibilidad terapéutica efectiva que a largo plazo ha demostrado una reducción en la morbilidad y en la mortalidad. En nuestro país existe una gran experiencia con este tipo de cirugía, siendo un tratamiento seguro y coste-efectivo al que en realidad tienen acceso pocos pacientes entre todos aquellos que podrían beneficiarse.
- La cirugía tiene como objetivo reducir la mortalidad ligada a la obesidad grave, controlar las enfermedades asociadas y mejorar la calidad de vida, a través de una pérdida de peso suficiente y mantenida en el tiempo, y con un mínimo de complicaciones, sin necesidad de alcanzar el peso ideal.
- Existen diferentes técnicas quirúrgicas para el tratamiento de la obesidad grave, que actúan reduciendo el tamaño del estómago y provocan en algunos casos un cierto grado de malabsorción. La elección concreta de la técnica y los resultados obtenidos dependen de:
- el objetivo del tratamiento (pérdida de peso y/o control de enfermedades),
- la valoración individualizada del riesgo cardiovascular,
- la patología digestiva o esofagogástrica asociada,
- el perfil del paciente y sus preferencias y
- la experiencia del equipo quirúrgico.