Adicción a la comida. Las emociones están fuertemente relacionadas con las adicciones y me refiero tanto a las adicciones químicas, como el alcohol, tabaco, cocaína etc, como a las adicciones no químicas, ya sea por ejemplo la adicción al trabajo, a los juegos, o a la comida, de entre otras. Ya desde pequeños se nos calma con comida cuando tenemos una fuerte emoción. Siendo bebés, mostramos nuestra necesidad alimentaria con una emoción, el llanto. Esto hace que a continuación se nos alimente y que como resultado obtengamos un placer, el de estar satisfechos a nivel fisiológico.